Primeras lluvias en 500 años provocan “extinción masiva” en el Desierto de Atacama

Hasta hace tres años, la precipitación media anual en el núcleo del Desierto de Atacama no superaba los 4 mm / m2. Sin embargo, producto de los efectos del cambio climático y el calentamiento global, excepcionalmente en este último periodo se han registrado dos eventos meteorológicos únicos que han aumentado ese registro, en una orden de magnitud de hasta 40 mm / m2.
Un dato que llamó la atención de un grupo de investigadores de diversas instituciones -entre ellos dos chilenos- y que terminó con la publicación en la revista Nature de un trabajo acerca de cómo esta lluvia generó una “extinción masiva” de la diversidad de los ecosistemas microbianos que ahí existen y cómo esto podría explicar el fin de la vida en Marte.
Los investigadores analizaron en su trabajo meteorológicos que impactaron la mayor parte del núcleo de Atacama. “En 2015, se registraron dos eventos de lluvia importantes el 25 de marzo y el 9 de agosto; y en 2017 se registró otra el 7 de junio”, dice el documento.
“Estos eventos de lluvia de 2015 y 2017 se originaron porque una gran cantidad de nubes ingresaron a Atacama desde el Océano Pacífico (desde el oeste) durante los últimos días de otoño, un fenómeno sin precedentes que se produjo dos veces en un período de solo tres años. Incluyendo otros eventos de lluvias menores en el medio, durante el período 2015-2017, la precipitación anual promedio alcanzó valores de un orden de magnitud más altos que los habituales para la región, hasta 40 mm / m2. Los modelos climáticos sugieren que eventos de lluvia similares podrían ocurrir una vez cada siglo, sin embargo, no hay registros de eventos de lluvia similares durante al menos los últimos 500 años”, establecieron en su trabajo.
“Dependiendo del área específica cubierta con las lagunas inspeccionadas, entre 87% y 75% de las especies reportadas previamente desaparecieron, con solo hasta cuatro especies de bacterias (dos en el caso más extremo) capaces de sobrevivir”, dicen las conclusiones de los investigadores.
“Nuestro grupo ha descubierto que, contrariamente a lo que cabría esperar intuitivamente, el aporte de agua no ha supuesto un florecimiento de la vida en Atacama, sino que por el contrario las lluvias han causado una enorme devastación en las especies microbianas que habitaban estos lugares antes de las precipitaciones”, detalló el investigador del CSIC Armando Azúa-Bustos, según reproduce el diario español ABC.

Fuente: Nathaly Lepe - www.publimetro.cl

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