¿Pueden las flores ayudar a combatir el calentamiento global?

Si alguna vez has usado ropa negra en una situación donde requieras estar muchas horas bajo los rayos del sol, conoces las consecuencias. El calor comienza a hacer de las suyas y la ropa se calienta al grado incluso de quemar la piel. En una situación totalmente opuesta, el uso de ropa clara puede aminorar en gran medida el calor.
¿A qué se debe esto? Es un fenómeno conocido como albedo, que es la cantidad de luz que un objeto refleja en comparación con la luz que le llega. En ese sentido, los objetos claros poseen un albedo muy alto y reflejan la mayor cantidad de luz que les llega. Por el contrario, los objetos oscuros, tienen un albedo muy bajo y absorben la mayor parte de luz, convirtiéndola en calor.
La Tierra utiliza este mecanismo para regular sus niveles de temperatura. Los lugares de vastas superficies claras como los icebergs o las plataformas grandes de hielo, reflejan en gran medida la luz. Así, se mantienen en la temperatura adecuada para seguir subsistiendo, a la par de ayudar a mantener las temperaturas. Pero en los últimos años, estos están atravesando por situaciones muy complicadas a causa del calentamiento global.
Ese escenario ha ayudado a los investigadores a comprender que las regiones prístinas de nieve o hielo blanco, no son el único factor que ayuda en ese sentido. Lo mismo sucede con las superficies de vegetación que en función de su color tienen un impacto muy importante en el equilibrio planetario. Los múltiples colores de vegetación varían también en albedo, así, una superficie de flores de colores vibrantes refleja mayor cantidad de luz que el simple pasto verde.
Las flores reflejan la luz y disminuyen la temperatura
Hasta ahora no se habían estudiado estos efectos y, de hecho, es una sorpresa para los científicos que acaban de adentrarse en el tema. Una investigación del Rocky Mountain Biological Laboratory, demostró que la presencia de flores en vastas regiones, está relacionada significativamente con la temperatura de su suelo.
Tras tres años de investigación, encontraron que la variabilidad de temperatura entre un terreno con flores y otro sin presencia de este ‘espejo vegetal’, alcanzó los 1.2°C de diferencia. Lo que apoya la idea de que las flores reflejan la luz del sol hacia el espacio, impidiendo que la tierra absorba estos niveles de luz que posteriormente se convertirán en calor.
Así que las flores podrían ayudar a combatir el calentamiento global, aunque desde luego que esto trae sus propios desafíos, ya que el cambio climático ha metido al planeta en una espiral viciosa sin salida. Es decir, mayor calor es igual a menos flores, y menos flores es igual a mucho más calor.

Fuente: www.pilaradiario.com

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