¿Pueden los animales predecir desastres naturales?
La ciencia ha prestado mucha atención a este fenómeno, dando algunas respuestas al misterio y tratando de aprender de él para usarlo en el beneficio humano; ya que, desde sapos hasta perros, todos tienen mucho que enseñarnos al respecto, como veremos en este artículo.
Muchos animales tienen algunos de sus sentidos mucho más agudizados que los nuestros, con el fin de adaptarse mejor al ambiente en el que viven.
Esto les permite detectar modificaciones preocupantes, como las producidas por todo tipo de desastres naturales, ¿pero cómo lo hacen?
Detección de cambios químicos
Desde hace décadas se han reportado numerosos casos de reptiles y anfibios que abandonaron los estanques en los que vivían justo antes de que se produjera un gran terremoto.
Esto ha inducido a los científicos a pensar que quizás eran capaces de detectar alguna variación en la temperatura o la composición química del agua, ya que los animales acostumbrados a vivir en ambientes acuáticos están preparados para discernir estas modificaciones imperceptibles, con el fin de saber cuándo las condiciones se vuelven desfavorables.
Para comprobar si efectivamente era así, en 2011 un equipo de investigadores de la NASA, que se encontraba analizando los cambios producidos en la corteza terrestre previamente a los seísmos, se puso en contacto con una científica que centraba su trabajo en el éxodo llevado a cabo por algunas colonias de animales justo antes de este tipo de catástrofes.
Como resultado de su unión, llegaron a la conclusión de que, efectivamente, la tensión generada en la corteza terrestre pudo forzar la salida de partículas cargadas; que, en contacto con el aire y el agua, terminaron por dar lugar a peróxido de hidrógeno, que pudo ser percibido por los animales que allí vivían.
Otro efecto de los iones liberados es la producción de desajustes en el organismo de ciertos animales, que podrán generar en ellos cambios muy drásticos en su humor, pudiendo servir para alentar a los humanos.
Las especies afectadas por este problema son un gran número de mamíferos y aves, aunque particularmente actúa sobre aquellos que viven en el suelo o en madrigueras, como las comadrejas o los hurones.
Detección de humedad en el aire
No todas las catástrofes están relacionadas con los terremotos, sino que también las hay asociadas a grandes tormentas y diluvios.
Nosotros mismos a veces somos capaces de detectar la humedad en el ambiente, justo antes de que llueva, pero si existen unas verdaderas expertas en este ámbito ésas son las abejas, pues pueden percibir cambios mínimos, volando rápidamente a refugiarse.
Con esto no nos referimos necesariamente a una terrible tormenta, pues tienen este tipo de comportamientos siempre que va a llover, sea cuál sea la intensidad; así que, ya sabéis, si en un sitio que había muchas abejas de repente veis que desaparecen, deberíais ir corriendo a resguardaros, o al menos sacar el paraguas.
Detección de vibraciones imperceptibles para los humanos
Una teoría de las que parecen más obvias se asocia a la detección de pequeñas vibraciones, imperceptibles para los humanos.
Se conoce que muchos animales tienen la capacidad de detectar frecuencias que nosotros no podemos notar, como ocurre con los ratones y los perros, que detectan frecuencias más altas, o los elefantes, que hacen lo propio con las más bajas.
Además, algunos insectos también pueden detectar estas vibraciones anómalas a través de sus patas, reaccionando de un modo poco frecuente, que podría servir de señal para los humanos.
Cambios en la presión atmosférica
Algunos animales, como el albatros, son capaces de detectar los cambios en la presión atmosférica previos al inicio de catástrofes naturales, como los huracanes, volando inmediatamente lejos de la zona.
Cambios en la temperatura
Animales tan dispares como las mariquitas o los tiburones son capaces de detectar inmediatamente los cambios bruscos de temperatura, previendo catástrofes inminentes.
La gran diferencia es su modo de actuar al respecto, puesto que las mariquitas huyen de la zona, con el fin de evitar la deshidratación, mientras que a los tiburones se les despierta su espíritu aventurero y deciden nadar directamente hacia el lugar en el que el agua cambia bruscamente de temperatura, colocándose en primera fila para presenciar el fenómeno.
Detección de los cambios en los campos electromagnéticos
Como hemos visto en otras ocasiones, algunos animales migratorios, como las aves y los insectos, son capaces de detectar los movimientos del campo magnético de la Tierra con el fin de orientarse en sus largos viajes.
Ésta es sin duda una gran ventaja, pero según algunos investigadores no es la única, pues también podría servirles para percibir las modificaciones electromagnéticas previas a catástrofes naturales.