¿Sueñan los perros?
Hace cincuenta años Philip K. Dick se preguntaba «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?» en su novela corta de Ciencia Ficción que marcó a toda una generación… no sabemos si eso será cierto; pero lo que si es seguro es que nuestros perros si que sueñan. No con ovejas eléctricas; pero si con cosas agradables y otras no tanto ya que ellos también tienen pesadillas. En un estudio reciente se ha demostrado que todas las cosas nuevas que aprenden durante el día se refuerzan en el momento del sueño. Parece ser que durante la conocida como fase REM (del inglés Rapid Eye Movement: movimiento rápido de los ojos), la más profunda según un estudio del que se hizo eco el Daily Mail se confirmó que los perros sueñan mientras duermen. En la mayoría de las ocasiones lo hacen recordando el paseo que ha dado, los perros con los que se ha cruzado o las carreras o juegos que ha hecho durante esa jornada. ¿Les suena?
Es algo parecido a lo que nos sucede a los humanos cuando mientras dormimos recordamos momentos y experiencias vividas. Esta investigación dirigida por Stanley Coren, profesor de Psicología de la Universidad de Columbia, muestra como mientras duermen – lo habrán observado si tienen perro- nuestras mascotas pueden gruñir, gemir o mover las patas, como si estuvieran corriendo, mientras sueñan. Los cachorros sueñan más que los canes adultos, aunque estos sean más cortos. Eso se debe a que están recibiendo muchos estímulos y asimilando una gran cantidad de información. Al igual que sueños placenteros, los perros también puede tener pesadillas de ahí que mientras sueñan emiten gemidos y gruñidos… pero ¿verdaderamente sabemos lo que sueñan o si es cierto que sueñan? Según hemos podido saber aún no se ha comprobado al cien por cien; pero lo que si es cierto es que se han realizado encefalogramas a perros y estas pruebas han demostrado patrones de sueño similares de los humanos.
Tienen ciclos -en estos es cuando se asume que están viendo imágenes frente a sus ojos- de movimientos oculares rápidos que suceden cuando ocurren los sueños. Según estos estudios los perros pequeños sueñan más que los grandes y que los cachorros más que los ejemplares adultos. Desde www.misanimales.com aseguran que «un caniche Toy puede soñar una vez cada diez minutos, mientras que un Golden Retriever sólo puede soñar una vez cada 90 minutos».
Lo que un perro experimenta en su vida puede o no impactar en lo que sueña, pero lo más lógico es que sí lo haga. Si nuestro perro vive en casa y tras una jornada en el campo corriendo y jugando al aire libre no es de extrañar que esa noche cuando caiga rendido en su colchoneta sueñe con la emocionante experiencia vivida.
Cuando los perros comienzan a dormir entran en una modalidad de sueño ligero en la que su respiración es regular y pueden despertar fácilmente. Como venimos diciendo los perros cuando sueñan a veces gimen, gruñen, lloran, se remueven e incluso mueven la cola. Eso demuestra que algo les ocurre: están soñando. Cuando entran en una fase de sueño más pesado y aunque parezca que tienen pesadillas es mejor no despertar al perro dormido. En el apartado de las pesadillas, el propietario de un perro sabe cuando este llora o tiene miedo, los expertos aconsejan llamarlos suavemente por su nombre y acariciarlos por los costados para que se sientan protegidos por su presencia, se calmarán y seguirán soñando.
Es normal que hagan todos esos movimientos y sonidos y dejarles soñar ya que de no ser así se pueden sentir amenazados y morder. Mientras observamos a nuestro perro dormir y soñar nos encantaría que pudiera hablar y al despertar nos contara su sueño pero… eso es imposible. Los expertos aseguran que sus fantasías pueden encontrarse en persecuciones, comida y sobre todo en juegos. Por último no hay que olvidar que los perros y todas nuestras mascotas como los humanos necesitan un descanso sin interrupciones para recargar baterías, tener una actividad mental sana y mantenerse bien físicamente.