Tao, el perro ciego que tiene su propio perro guía, Oko
En 2019, nuestro protagonista perdió la visión por culpa de un glaucoma, por lo que su dueña, Melanie Jackson, una vecina de Somerset, Inglaterra, decidió buscarle otro can que le hiciera compañía y fuera su nuevo compañero de juegos.
Fue así cómo Oko, con solo ocho semanas de vida, llegó a la vida de Tao. Y ahora son solo uno.
Oko se ha convertido en sus verdaderos ojos. Gracias a él ha podido seguir siendo feliz.