Un cambio climático global afectó a la Tierra hace 56 millones de años

Esta es la principal conclusión del trabajo realizado por tres investigadores del Instituto de Investigación de Ciencias Ambientales en Aragón (IUCA) tras tres expediciones a vastas zonas esteparias de Argentina.
Según informa la Universidad de Zaragoza, de la que depende el IUCA, el grupo investigador ha determinado que el brusco calentamiento térmico registrado en ese periodo, descrito hasta el momento en materiales marinos, se extendió durante 17.000 años.
La existencia de este calentamiento climático a escala global ocurrido hace 56 millones de años al final del periodo Paleoceno se apoya a nivel científico en el estudio de los materiales continentales geológicos en los que quedó registrado.
Los objetivos del proyecto, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, son la búsqueda de minerales indicadores de cambios climáticos en el pasado y, por otra parte, la utilización industrial de estos materiales.
Los minerales estudiados se localizan en los afloramientos del Noroeste de Argentina, en los valles de la zona de Salta.
Recientemente, los investigadores aragoneses han participado en la tercera y última expedición realizada a Argentina para el desarrollo de su proyecto, titulado “Análisis de filosilicatos en el estudio de facies sedimentarias continentales: Implicaciones geológicas, paleoclimáticas e industriales”.
Tanto en esta última expedición como en las anteriores, se han llevado a cabo labores de campo para describir y muestrear rocas ricas en arcillas de ambientes continentales, de tipo lacustre, correspondientes al tránsito entre el Paleoceno y el Eoceno.
En ese momento se desarrolló un periodo “abrupto y relativamente corto”, de unos 17.000 años, de calentamiento térmico en la Tierra.
Las muestras tomadas en todas las campañas se han procesado para su estudio mediante técnicas analíticas específicas como difracción de rayos X, microscopías electrónicas de alta resolución, fluorescencia de rayos X e ICPMs y espectroscopias.
Tras el estudio de los afloramientos correspondientes al tránsito entre el Paleoceno y el Eoceno, los investigadores detectaron el desarrollo de paleosuelos cuyas características evidencian que se formaron durante un clima cálido y húmedo.
Los datos correspondientes a las primeras campañas reflejan la formación de minerales del grupo del caolín en estos paleosuelos, lo que apoya la hipótesis de un calentamiento climático.
Además, se han observado variaciones mineralógicas y químicas que reflejan, asimismo, cambios climáticos cíclicos.
Actualmente se están estudiando las muestras tomadas en la última campaña, con las que se pretende obtener un registro más completo e inferir si las condiciones climáticas quedaron preservadas en las rocas y si hubo variaciones en su estructura mineral y química.

Fuente: EFE

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