Un plan regional de reciclado de pilas
Los municipios que integran el Foro Ambiental del Sudoeste comenzaron a dar los primeros pasos para tratar en conjunto uno de los residuos más peligrosos: las pilas y baterías gastadas, elementos capaces de contaminar millones de litros de agua.
Tomando como base un consumo promedio de 11 pilas anuales por habitante, se calcula que los 12 distritos del sudoeste bonaerense generan en conjunto más de 70 toneladas de pilas y baterías agotadas por año.
Hoy una parte se recolecta a través de campañas y recibe el tratamiento adecuado, pero la mayoría va al tacho de basura con el resto de los residuos, y muchas veces termina en basurales. Es el paso anterior a que la carcasa que tienen se degrade, y los metales pesados que contienen (como el mercurio) se filtren a las napas.
Frente a este diagnóstico preocupante, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) les propuso a los municipios de la zona poner en marcha, antes de fin de año, un protocolo regional de recolección, acopio, transporte y tratamiento final de pilas y baterías.
“La próxima reunión del Foro Ambiental será en Pigüé, el 29 de agosto, y el compromiso que asumimos los distritos de la zona es recopilar toda la información estadística que podamos sobre el volumen de pilas que genera cada uno”, contó a La Nueva. el titular de Medio Ambiente de Puan, Juan Manuel Berne.
En ese distrito -dijo- se recuperan entre 50 y 60 kilos de pilas por mes.
“Esa es la cantidad que recolectamos a través de campañas, pero estimamos que otros 60 kilos terminan en los basurales, mezclados con los residuos domiciliarios”, dijo.
Berne mencionó que uno de los problemas que tiene la región, en cuanto a las pilas, es que todos los distritos tienen políticas distintas.
“En algunos hay plantas de reciclado que funcionan muy bien; en otros, el reciclado va a los tumbos; y en algunos distritos directamente no se ha hecho nada”, mencionó.
El primer paso, entonces, es generar las condiciones para que la recolección de pilas se haga en forma diferenciada en todos los partidos, y también se estandarice el acopio.
“El segundo paso es determinar qué hacer con las pilas”, mencionó la directora de Medio Ambiente de Coronel Pringles, Victoria Arias.
La funcionaria mencionó que, si bien la empresa Ipes, de Bahía Blanca, se ocupa de este tipo de residuos, el valor del flete es muy alto. En la última reunión del foro se mencionó que, para transportar una pequeña cantidad de pilas, un municipio de la zona debió pagar 10 mil pesos por un flete de 40 kilómetros.
“Bajar este costo es clave. Hay varias ideas, como tener centros de acopio regionales o generar circuitos de transporte que abarquen a varios distritos, para que el flete lo paguen entre varias comunas”, mencionó Arias.
Berne mencionó que otra alternativa es lograr que las pilas dejen de ser consideradas “residuos especiales” por la Provincia.
“Si pasan a ser residuos comunes, podremos trasladarlos en camiones comunes y el precio del flete va a bajar”, agregó.