Una burbuja de agua que se puede comer para sustituir a las botellas de plástico

Una botella tarda unos 700 años en descomponerse.
El 90 por ciento del coste del agua embotellada es por la botella.
El 80 por ciento de las botellas no se reciclan y millones van cada año a la basura.
Hacen falta 100 millones de litros de petróleo para fabricar mil millones de botellas.
Embotellar y manipular agua es el método menos eficiente para conseguir agua.
Eso a pesar de que el agua del grifo no es tan mala como la pintan.
La “botella de agua” Ooho! de Skipping Rocks Lab, desarrollada por Rodrigo García González y Pierre-Yves Paslier, es una burbuja que está hecha con una membrana transparente que se fabrica con extractos de algas marinas y que se puede ingerir — o, en el peor de los casos y si se prefiere tirar por ahí, se descompone de forma natural en un mes al ser un material orgánico.
Además de agua la membrana puede contener otros tipos de bebidas, bebidas alcohólicas y refrescos, y se le pueden aplicar colorantes y saborizantes. Cada burbuja Ooho! es más barata de producir que una botella de plástico — aunque también, al menos por ahora, es mucho más pequeña e igual hay que lavarla con agua antes de consumirla.

Fuente: NACHO PALOU — http://www.microsiervos.com/

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