Una economía verde para salvar el planeta Tierra

De aquí a 2050, Suiza deberá dotarse de una economía eficiente en la gestión de los recursos naturales para poder asegurar la supervivencia de nuestro planeta y la pervivencia de futuras generaciones. Es lo que pide el Partido Ecologista Suizo con la iniciativa ‘Economía verde’. Una propuesta que el gobierno y la mayoría del Parlamento consideran irrealista.
Desde los años 80, el consumo de recursos naturales a escala mundial supera los límites de lo soportable y la capacidad de regeneración de la Tierra. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con el modelo económico actual de los países industrializados y el creciente consumo en los países en vías de desarrollo, la explotación de los recursos naturales se triplicará de aquí a 2050.
Pese a ser un país pobre en materias primas, Suiza figura entre los Estados con la ‘huella ecológica’ más grande y, por tanto, entre los que más contribuyen al derroche de los recursos del planeta. Con una economía fuertemente integrada en el mercado global, más del 70% del consumo helvético de recursos naturales se produce en el extranjero. Si toda la población mundial utilizara la misma cantidad de recursos que consumen los habitantes de Suiza, necesitaríamos 2,8 planetas Tierra para garantizar el abastecimiento.
Para el Partido Ecologista Suizo (PES) ha llegado el momento de cambiar radicalmente el modelo económico, dado que no disponemos de un planeta de repuesto. Con la iniciativa ‘Por una economía sostenible y basada en la gestión eficiente de los recursos (Economía verde)’, presentada en 2012, el PES propone una transición hacia una economía “circular” basada en la revalorización de los bienes de consumo, el reciclaje de materias primas y la reducción del consumo energético y de las emisiones de contaminantes.
Suiza de nuevo en la vanguardia
Según la iniciativa, hasta 2050, la huella ecológica de Suiza debe reducirse de modo que, en relación con la población mundial, no exceda la capacidad de la Tierra para generar los recursos naturales necesarios. Con este objetivo, la Confederación debe promover una economía sostenible y eficiente en materia de gestión de los recursos, por ejemplo, incentivando la investigación y la innovación, aprobando disposiciones sobre productos y residuos o adoptando medidas fiscales destinadas a fomentar una producción de bajo consumo de materias primas y de energía. El Gobierno debería, además, fijar periódicamente objetivos a medio y largo plazo y presentar un balance de las metas alcanzadas al comienzo de cada legislatura.
Un desarrollo sostenible es de capital importancia incluso para la economía, porque la falta de recursos naturales conduciría a una ralentización de la producción y de la expansión económica, sostiene el PES. Fomentar la innovación en tecnologías de bajo consumo de recursos afianzaría la competitividad de la economía helvética, dado que el sector de las ‘tecnologías limpias’ registra desde hace años unas tasas de crecimiento particularmente elevadas, tanto en Europa como a escala mundial.
Hoy, una economía verde está en el interés de toda la sociedad, que a menudo tiene que asumir los costes ambientales derivados de la actividad económica. De ella se beneficiarían los mismos consumidores, obligados a comprar productos concebidos (muchas veces de manera intencionada) para una vida útil extremadamente breve. Después de haber cedido terreno en los últimos veinte a treinta años, Suiza podría posicionarse de nuevo en la vanguardia de los países que más protegen el medio ambiente.

Fuente: ArmandoMombelli - http://www.swissinfo.ch/

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