Vida y curiosidades de los guepardos

El guepardo o chita (Acinonyx jubatus) es uno de los grandes gatos, y tiene características únicas: a diferencia de otros félidos que las pueden retraer totalmente, sus garras son semi-retráctiles. Mientras que los primeros usan sus garras para trepar árboles y desgarrar carne, las de los guepardos tienen una función de agarre para favorecer su aceleración, de la misma forma que actúa el calzado de los velocistas.
Aunque su ubicación taxonómica está siendo revisada en este momento, sus parientes más cercanos son el puma (Puma concolor) y el jaguarundi (Puma yagouaroundi). Desde su descubrimiento en 1775 por von Schreber la población de guepardos ha disminuído sustancialmente hasta llegar a la situación actual. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que hay 6700 animales adultos y jóvenes distribuidos en 29 sub-poblaciones y lo clasifica como una especie vulnerable.
El guepardo necesita grandes extensiones de terreno para vivir y actualmente se ve muy amenazado por la pérdida de hábitat debido al avance de la frontera agrícola e industrial. Además, al contrario del leopardo (Panthera pardus), que se ajusta a vivir cerca de la gente, para el guepardo es más complicado debido a su naturaleza tímida.
Aparte de ser cazados como trofeos, ya desde la época del antiguo Egipto, hace 4000 años, se los entrampaba para adaptarlos como mascotas. Esta costumbre se mantiene aún hoy: son exhibidos como símbolos de status y usados para la caza. La consecuencia es que estos animales han desaparecido de gran parte de su habitat.
Otro factor que los hace vulnerables es la forma en la que obtienen sus alimentos. Los guepardos se valen de su gran velocidad para cazar, pero para ser efectivos necesitan espacios abiertos y excelente visibilidad, pues un paso en falso puede significar una lesión que los condene al hambre. Como ya hemos comentado, son demasiado tímidos como para robar las presas de otros animales.
La caza de sus presas, antílopes de talla mediana, comienza con el acecho de las mismas hasta llegar a una distancia de entre 100 y 300 metros. A partir de ese momento comienza una verdadera carrera por la vida entre cazador y presa. Después de tres saltos, el guepardo va ya a unos 45 kilómetros por hora y durante la persecución puede alcanzar más de 110 km/h en trechos cortos, lo que lo convierte en el mamífero más veloz de la tierra.
Al alcanzar la presa la hace trastabillar y después la estrangula hasta matarla. El guepardo no se la come enseguida ya que, al terminar la carrera, está agotado y necesita de 5 a 50 minutos para recobrar el resuello. En ese momento es frecuente que otros depredadores más grandes le roben la presa. A sabiendas de que esto puede ocurrir en cualquier momento, el guepardo come mucho y muy rápido, comenzando por los cuartos del animal y pudiendo comer hasta 10kg de carne de una sentada.

Fuente: Textos: Julio de Castro; edición: Victoria González; http://www.muyinteresante.es/

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