A un año del cierre del zoológico, aún quedan 20 animales
El Zoológico Mario Bonandi nació como un emprendimiento particular en pleno corazón de Pueblo Diamante, en el domicilio particular de Mario Bonandi, y que luego, al advertir las autoridades gubernamentales que los animales precisaban mayor espacio para su convivencia, se creó el predio en la Isla del Río Diamante, adonde fueron trasladados.
Se esperaba que antes de finalizar el 2015 la Federación Gaucha comenzara a usar ese espacio, pero la desocupación del zoológico se paralizó hace mucho.
Al respecto, el encargado del predio, José Fuentes, explicó al diario de los sanrafaelinos: “Los delincuentes están tratando continuamente de robar los animales, pero gracias a Dios hasta ahora no han podido robar ninguno, y ya los que quedan son pocos”. Agregó que “siempre hay delincuentes que corretean y sueltan algún animal para llevárselo. En el caso de la jabalí, que la quisieron robar, por ahora no ha sufrido daño, está bien, la quisieron atrapar pero la pudimos salvar; la quieren robar para comérsela”. Explicó que meses atrás abrieron el alambrado de algunas jaulas para llevarse otros animales, pero lograron rescatarlos.
En diciembre del 2014 ya se había determinado el cierre del predio, y el primer ejemplar que se trasladó fue la mona Panchi. La mayor parte de los animales fueron removidos los primeros meses de 2015, pero a partir de allí aún permanecen más de 20 animales entre aves, ganado y un puma. Estos 20 animales se había estipulado trasladarlos en el segundo semestre del 2015 para cerrar definitivamente a fin de año.
Según explicaron, actualmente quedan en el predio una pareja de jabalí, las águilas que, junto con las lechuzas, suman 17, cuatro guanacos y un puma. “Pasa que es difícil encontrar una reserva con animales para que se puedan ir adaptando a la vida silvestre, no se pueden largar a campo directamente, está todo en tratativas por parte de la Sociedad Protectora. Las reservas contactadas son predios cerrados, pero allí los animales llevan una vida silvestre, muy parecida a su hábitat natural” señaló Fuentes y agregó que “el puma es un animal difícil para una reserva, para hacerlo convivir con otros animales. Se lo está tratando de reubicar, pero hasta el momento no hay nada concreto”.
Respecto a los animales que ya fueron trasladados, explicó que la mona Panchi que estuvo 38 años en cautiverio se llevó a reservas de Córdoba, “los asnos, guanacos y unos burros, a la reserva en Valle Grande, los otros tres burros a un campo privado cerca de Agua del Toro, allí están bien cuidados”.