Basura Cero, el proyecto que podría revolucionar Gualeguaychú

El problema de la contaminación de las industrias y sus efluentes es común a muchos países, y nuestra ciudad no escapa a ello. La necesidad de regular, controlar y revertir la situación es tan imperiosa como compleja.
Es por esto que la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) Centro Regional Gualeguaychú, motivó la iniciativa. La referente de la institución, Estela Miño, explicó a ElDía que trabajan dentro del Centro de Vinculación Tecnológica Nexotec donde está la UNER, Sedes, Inti, el Municipio, la Corporación y la UCU.
“Estamos presentando esta alternativa de bio-remediación que son los parques simbióticos”, adelantó.
¿Qué es un parque simbiótico?
Alejandra Efrón es doctora en ingeniería y formó parte de la exposición que se hizo en Gualeguaychú días pasados. Explicó que “la simbiosis es algo que ocurre en la naturaleza desde siempre. Significa que un organismo vivo es materia prima para otro organismo. Esa es la simbiosis en la naturaleza. En una industria la idea es exactamente la misma: en este caso que el residuo se convierta en materia prima”.
Tapados por la basura
El proyecto surge a raíz de la necesidad de Europa por resolver su problema con la basura. Además, se encontraban en una situación energética compleja: no podían llevar gas desde Rusia porque tenían que pasar a través de Siria, país en guerra.
Tampoco querían comprar ni negociar con países como Irán ni tampoco apostar a la energía nuclear por lo acontecido de Fukuyima.
“¿Entonces qué hicieron?”, se pregunta Jorge Kaloustian de Fox Oil. “Usaron la basura como energía. Hoy hay 8.900 municipios en Alemania que utilizan la basura y tienen basura cero. Nosotros tenemos tres plantas en Colombia, dos en Italia, una en Nicaragua, una en México. Tenemos filiales comerciales en China, en Estados Unidos. Tenemos una planta en Argentina. Y vamos a hacer muchas plantas más”.
De la basura a la energía
Kaloustian indicó que “la bolsita de basura que la gente deja en la puerta de su casa para mí es oro en polvo. Yo agarro la basura de esa bolsita y separo la mitad que es inorgánico: papel, plástico, metal y lo reciclo. Esto lo hacemos en destino”.
Luego de separado lo orgánico y lo inorgánico de manera tecnológica, mecánica y también manual, se vierten todos los restos de comida a un compartimento “como si fuera la panza de una vaca. Esa panza hace una digestión anaeróbica, es decir, lo digiere sin oxígeno ¿Y sabes qué genera? gas natural”, explicó el especialista.
Y agregó: “Y ese gas natural lo comprimimos ¿Y sabes qué genera? gas natural comprimido, es decir, GNC. Luego nosotros tomamos un generador que andaba a nafta y ahora lo hacemos andar a gas ¿Para qué? Para que genere energía eléctrica”.
Aseguró que “la cantidad de basura que arroja la ciudad de Gualeguaychú podría permitir que un 30 % de la población tenga energía eléctrica gratis. Todos los días va a entrar un 50 % de basura orgánica a esta ‘panza de vaca’ y va a salir un 50 % de material digerido. Estas 200 bacterias, desnaturalizan lo orgánico y lo transforma en fósforo, nitrógeno, hierro, calcio, magnesio. O sea, un fertilizante orgánico y no agrotóxico, químico, cancerígeno. Ese como un fertilizante que podría servir para todas las economías regionales bajando a un tercio el costo para las plantaciones de soja, tomate, o lo que sea y sin impacto ambiental”.
Los invernaderos y la espirulina
El especialista también detalló que cuando “parte de esos fertilizantes, más el dióxido carbono que se genera cuando se quema el gas metano, sale dióxido carbono: son gases de efecto invernadero. Entonces, nosotros hemos construido invernaderos donde cultivamos un alga llamada espirulina”.
“Esta alga es considerada por Naciones Unidas como el alimento más antiguo del futuro. ¿Qué hacemos con todas las plantas del mundo? Donamos parte de esa producción para combatir la desnutrición infantil en África, en acuerdo con el Vaticano, y en acuerdo con el comisionado de Naciones Unidas para inmigrantes”, indicó.
Luego explicó que “la idea es que la espirulina la podamos producir acá a continuación de instalar la planta. Es decir: es una planta de separación, una planta de energía, una planta de fertilizante y una planta de suplementos dietarios. Este suplemento dietario llamado espirulina se cosecha cada 24 horas. Tenemos 365 cosechas anuales. Esto tiene proteínas, minerales, vitaminas, aminoácidos, Omega 3 y Omega 6”.

Fuente: http://www.eldiaonline.com/ Mónica Farabello

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