Casas eco-amigables
La bioconstrucción es una de las palabras claves en lo referido a las casas amigables. Este concepto de desarrollo constructivo se basa en la premisa de que la arquitectura es un gran contaminante para el medio ambiente, por lo que algunos visionarios comenzaron a edificar viviendas con materiales reciclables y privilegiando el uso de la energía solar.
Dependiendo de la ubicación del terreno, se pueden aprovechar las bondades de la naturaleza, es decir, utilizar de manera racional los elementos del ambiente. En este tipo de construcciones se instalan sistemas de ahorro de agua y de energía, dándole una gran importancia a los espacios verdes.
Lo que se busca es una armonía entre el medioambiente y la actividad humana.
Una de las ventajas de la bioconstrucción es que los diseños de las casas suelen ser novedosos y originales. Muchas de estas viviendas tienen una apariencia rústica, pero en su interior atesoran diversos equipos tecnológicos que permiten cuidar el medioambiente.
Las eco-casas poco a poco empiezan a ganar popularidad en el mundo. Por ahora, los países donde existen mayor cantidad son Suiza, Suecia, Noruega, Finlandia y Costa Rica.
El ‘superadobe’
Entre las personas que tomaron un rumbo diferente para cuidar el planeta, destaca el arquitecto iraní Nader Khalili, quien creó un sistema llamado ‘superadobe’. “La tierra es el material más ecológico, abundante y duradero que existe y además ¡está por todas partes! Mil millones de personas en el mundo carecen de hogar o sus casas son débiles y se derrumban. Con mi sistema esto no ocurre”.
Pero ¿en qué consiste el ‘superadobe’? La respuesta es sencilla: la superposición de sacos de tierra y, entre cada hilera, alambres de espino, para darle consistencia a la estructura. La técnica es sumamente sencilla y garantiza calor y bajo consumo de energía, además de ser antisísmica, económica y rápida de aplicar. fOTO: johan-van-geijl