¿Seremos demasiados para el planeta?: 11.200 millones de personas en el año 2100

 

En la actualidad somos casi siete mil quinientos millones de personas en el Planeta. Naciones Unidas estima que así crecerá la población hasta el 2100: 8.500 millones en 2030; 9.700 millones en 2050 y 11.200 millones en 2100.
Más de la mitad de este crecimiento demográfico mundial, desde hoy hasta 2050, se dará en África.
Asia será el segundo continente con mayor contribución al crecimiento poblacional. Con un aporte de 900 millones de personas entre 2015 y 2050.
En 2050, casi 70% de la población mundial vivirá en las ciudades.

En la actualidad nos gastamos en los primeros diez meses del año lo que los ecosistemas pueden producir, regenerar y reciclar en todo el año.
En la mayoría de países, la población crece de una manera en que los recursos ambientales disponibles no son suficientes y superan las expectativas de mejoras en materia de vivienda, atención médica, seguridad alimentaria o suministro de energía.
Se estima que el terreno productivo disponible para satisfacer las necesidades de cada persona que vive en el planeta corresponde a 1,7 hectáreas. Sin embargo, la huella ecológica promedio por cada habitante es de 2,8 hectáreas.
En el 2050, la economía mundial será cuatro veces mayor a la de la actualidad y necesitará un 80% más de energía para funcionar. Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo económico (OCDE), la falta de políticas más efectivas resultará en que las fuentes de energía para el consumo energético mundial provendrán en un 85% de fuentes fósiles.
La ampliación de asentamientos humanos y el cambio climático contribuyen a la pérdida de biodiversidadPara esta misma fecha, se prevé que la biodiversidad terrestre (medida como la abundancia media de especies, un indicador para calcular cuán intacto está un ecosistema natural) disminuirá un 10% más hacia 2050. Entre los principales factores determinantes de la pérdida de biodiversidad se cuentan: el uso de suelo (por ejemplo, la agricultura), el desarrollo de infraestructuras, la ampliación de asentamientos humanos y la fragmentación de hábitats naturales, así como la contaminación y el cambio climático.
La OCDE también asegura que 2.300 millones de personas más se sumarán a las que ya viven cerca de las cuencas hidrográficas y provocarán un estrés hídrico severo (un deterioro de los recursos de agua dulce en términos de cantidad) particularmente en el norte y sur de África.
La demanda mundial de agua aumentará en un 55% debido principalmente a la industria, la generación de energía a partir de las centrales termoeléctricas y el uso doméstico.

Fuente: http://www.abc.es/

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