Científicos proponen reducir el brillo del sol en la atmósfera

Científicos de Harvard y Yale están proponiendo un método ingenioso –aunque no demostrado– de atacar el cambio climático: rociar químicos que atenúen el brillo del sol en la atmósfera de la Tierra.
La investigación, publicada en la revista Environmental Research Letters, plantea usar una técnica conocida como inyección de aerosol estratosférico, que según los científicos podría reducir la tasa de calentamiento global a la mitad.
La técnica incluiría rociar grandes cantidades de partículas de sulfato en la estratosfera inferior de la Tierra en altitudes de hasta 19,3 kilómetros. Los investigadores plantean desplegar los sulfatos con aviones de gran altitud, globos o grandes cañones de estilo naval, especialmente diseñados para este propósito.
A pesar de que la tecnología está poco desarrollada y no existen aviones adecuados, los investigadores dicen que “desarrollar un nuevo vehículo contenedor especialmente diseñado con capacidades útiles de carga sustancial no sería ni tecnológicamente difícil ni prohibitivamente caro”.
Es más, estiman que el costo total de lanzar un sistema hipotético en 15 años estaría alrededor de 3.500 millones de dólares, con costos de operación en 2.250 millones de dólares por año durante un periodo de 15 años.
Sin embargo, el reporte admite que la técnica es totalmente hipotética. “Simplemente mostramos que un programa hipotético de despliegue que comience por 15 años –aunque sea altamente incierto y ambicioso– sería técnicamente posible desde una perspectiva de ingeniería. También sería muy económico”, añadió.
Los investigadores también reconocen algunos riesgos potenciales: se requeriría coordinación entre múltiples países en ambos hemisferios, y las técnicas de inyección de aerosol estratosférico podrían poner en peligro cosechas de cultivos, provocar sequías o causar un clima extremo.
Las propuestas tampoco abordan el aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero, una de las principales causas del calentamiento global.

Fuente: Matthew Robinson, CNN

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