¿Conoces el arce japonés? Vas a querer tener uno en casa
Una de las características más representativas de este árbol es el color rojizo que adoptan sus hojas en la época otoñal, sin ninguna duda supone un toque colorido que favorece a cualquier patio.
El clima es muy importante a la hora de plantearnos plantar este árbol, ya que no soporta todo tipo de clima. La humedad beneficia las raíces de este árbol pero sin embargo el calor excesivo lo deteriora bastante. En resumen, se necesita un lugar en el que los veranos no sean excesivamente calurosos y los inviernos sean suaves, puede soportar ciertas heladas de baja intensidad, pero no es lo más recomendable. En cualquier caso, a la hora de plantarlo tenemos que buscar un lugar resguardado de posibles corrientes de aire, ya que el viento seco también le perjudica.
Lo ideal es que el arce japonés esté en un lugar con mucha luz pero que el sol directo no le condicione durante todo el día. No obstante, existen muchas variedades que son más resistentes a un clima u otro. Debemos tener en cuenta que el arce tendrá que ser plantado en tierra ácida, por lo que se el agua que utilizaremos debe ser de pH bajo (de cuatro a seis). Si tenéis un agua con mucha cal, no olvides emplear algo de limón y vinagre para compensar los niveles.
A la hora de podarlo sólo es necesario quitar las ramas que ya estén muertas, pero no necesita ningún cuidado especial en este proceso.
A la hora de regarlo, aunque necesite mucha agua, tenemos que hacerlo lentamente, el riego por goteo es una buena opción, y si no tenemos este sistema, siempre puedes agujerear un cubo y llenarlo de agua a su lado, así las raíces se humedecerán poco a poco. Y por último, respecto a la fertilización, los expertos dicen que no es necesaria en este tipo de árboles, si por cualquier cosa te ves obligado a añadirle algún fertilizante, hazlo siempre en primavera.