Crisis climática: cada minuto compramos un millón de botellas de plástico en el mundo

El planeta vive una crisis ambiental por las botellas de plástico como la que ahora puedes tener en la mano o estar comprando. Cada minuto, un millón estas botellas se venden en todo en el mundo debido al consumo de refrescos y cada vez más de agua embotellada.
La locura por un material que tarda de media en 500 años en desintegrarse se ha disparado sin muros de contención. Según una investigación de The Guardian, más de 480.000 millones de botellas de plástico se compraron en 2016 frente a las 300.000 millones de una década antes. Para 2021, se estima que hablaremos de 583.300 millones.
En este desenfreno, China ha entrado en la demanda de agua embotellada por una creciente preocupación entre sus ciudadanos por la contaminación de aguas subterráneas. El país asiático representa casi una cuarta parte de su demanda mundial.
Pero lo dramático es que la mayoría de todas las compradas en el planeta no se reciclan. El año pasado solo un 7% fueron de nuevo botellas. El resto acaban en vertederos o en los océanos. Hace un mes se conocía que a una remota y deshabitada isla de Nueva Zelanda habían llegado los grotescos excesos humano. La arena de este paraíso estaba cubierta por 17,6 toneladas de basura plástico y los cangrejos hacían de las cabezas de muñecos su casa.
De los desperdicios plásticos en realidad no nos libramos. Un estudio calculó que las personas comen maricos que han ingerido hasta 11.000 pequeños trozos de plástico cada año. La toxicidad arrojada al mar luego vuelve invisible a nuestros platos.
A pesar de que se podría hacer botellas con plástico 100% reciclado -están fabricadas de tereftalato de polietileno (Pet) que permite su segunda vida-, la industria se niega. Las compañías quieren un plástico virgen, brillante, que les entre por los ojos a los consumidores. Según Greenpeace, las seis empresas más grandes de bebidas solo usa un 6,6% de plástico reciclado.
“Está claro que la industria de refrescos necesita reducir su huella de plástico”, dijo Louisa Casson, activista de los océanos de Greenpeace, a the Guardian.
Y el resto, no olvidarnos de que existen dos R antes de la reciclar. Reducir y Reutilizar. Porque el actual estilo de vida está atestando el planeta de botellas de plástico y representa un problema tan grave como el cambio climático.

Fuente: http://www.playgroundmag.net/

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