El gorila de montaña sale de la lista de especies ‘en peligro crítico’

Los esfuerzos de conservación que se han llevado a cabo en las últimas décadas han dado sus frutos y la población de gorilas de montaña (Gorilla beringei beringei) ha dejado de formar parte de la Lista Roja de Especies Amenazadas.
La población de gorilas de montaña se calculaba en cerca de 680 individuos en 2008, mientras que los cálculos de 2018 revelan que ha aumentado a más de mil individuos, la cifra más alta registrada para la subespecie.
Así lo ha anunciado la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) que actualiza esta lista cada año.
El hábitat del gorila de montaña vive en un área restringida que cubre aproximadamente 792 kilómetros cuadrados en dos lugares de la República Democrática del Congo (RDC), Ruanda y Uganda: el macizo de las Virunga y la región de Bwindi-Sarambwe. Según la UICN esta zona está rodeada por tierras de cultivo agrícola y una creciente población humana, y estos gorilas siguen siendo amenazados por la caza furtiva ilegal, los disturbios civiles y las enfermedades introducidas por el hombre, entre ellas el ébola.
”Si bien es una noticia fantástica que las poblaciones de gorilas de montaña estén aumentando, esta subespecie aún está en peligro y, por lo tanto, los esfuerzos de conservación deben continuar”, asegura Liz Williamson, del Grupo de Especialistas en Primates de la CSE de la UICN.
Williamson propone una serie de esfuerzos coordinados a través de un plan de acción regional y la implementación completa de las directrices de la UICN sobre mejores prácticas para el turismo y la prevención de enfermedades en los grandes simios. Ella recomienda “limitar el número de turistas y evitar cualquier contacto directo con los humanos, son fundamentales para asegurar el futuro del gorila de montaña”.
La población global del rorcual común (Balaenoptera physalus), o también conocido como ballena de aleta, casi se ha duplicado desde la década de los 1970, llegando a unos 100.000 ejemplares adultos. Esta recuperación se debe a las prohibiciones internacionales sobre la caza comercial de ballenas en el Pacífico Norte y en el Hemisferio Sur, vigentes desde 1976, así como a reducciones significativas en las capturas en el Atlántico Norte desde 1990.
La más reciente actualización de la Lista Roja de la UICN ilustra el poder de las medidas de conservación. Estos éxitos de conservación son una prueba de que los ambiciosos esfuerzos de colaboración de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil pueden revertir la tendencia de la pérdida de especies
Aunque la noticia del gorila de montaña y el rorcual común sea positiva en esta Lista Roja de la UINC también aparecen cifras demoledoras. De las 96.951 especies que incluye la lista unas 26.840 están aún amenazadas de extinción, y es especialmente alarmante las entre las especies marinas.

Fuente: www.lavanguardia.com

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