El primer verano sin hielo marino se daría en el 2030
La humanidad enfrenta un nuevo reto climático. El océano Ártico podría quedar libre de hielo marino en el verano del 2030, según modelos informáticos que predicen que dicho fenómeno será inminente si la humanidad no reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y no frena el calentamiento global.
Dicho año fatal también es el límite que el grupo de 91 asesores de la ONU, expertos en materia de cambio climático, conocida por sus siglas en inglés IPCC. Según su informe, los gobiernos del mundo deben garantizar que el clima global se mantenga en 1.5 °C o la humanidad enfrentará consecuencias fatales.
“La trayectoria es hacia la ausencia de hielo en el verano, pero no se sabe cuándo ocurrirá”, indica James Screen, profesor asociado de ciencias del clima en la Universidad de Exeter (Reino Unido) y autor principal del nuevo estudio al medio español ABC.es.
Los investigadores utilizaron diferentes modelos de clima para predecir la fecha del primer verano ártico sin hielo.La mayoría de los modelos proyectan que habrá menos de 1 millón de kilómetros cuadrados de hielo marino a mediados de este siglo. Sin embargo, las proyecciones de la fecha precisa varían debido a las fluctuaciones naturales del clima.
Un verano ártico sin hielo
El modelo climático utilizado en el nuevo estudio predice un verano ártico sin hielo en algún momento entre 2030 y 2050, siempre y cuando las emisiones de gases de invernadero continúen con su ritmo acelerado provocado por la imprudente acción humana.
Al contar con una fase de calentamiento a largo plazo en el Pacífico tropical, la nueva investigación muestra que es más probable que un Ártico sin hielo tenga lugar más cerca de 2030 que de 2050.
Los investigadores señalan que la temperatura del Pacífico siempre varía de un mes a otro, incluso de un año a otro, pero los procesos oceánicos de evolución lenta causan cambios de temperatura a largo plazo que duran entre 10 y 30 años, conocidos como Oscilación Interdecadal del Pacífico (OPI).
Hace unos cinco años, el Pacífico comenzó a pasar de la fase fría a la fase cálida de la OPI.
Así, el 2030 marca un reto a una humanidad cuyos mandatarios de potencias mundiales como Estados Unidos y Rusia insisten en negar el calentamiento global; a una población que se inclina hacia el consumismo extremo y a las industrias que adoran el plástico. A pesar de los esfuerzos ecológicos personales, la civilización se acerca al abismo del desastre ambiental.