Hechos concretos que evidencian que el cambio climático es real

1: CO2 en la atmósfera
El dióxido de carbono constituye el 81 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los combustibles fósiles y ciertas reacciones químicas producen este incoloro gas que atrapa el calor en la atmósfera. A pesar de los sumideros que eliminan el CO2 del ambiente como el suelo, los bosques, y el océano, las emisiones de la era industrial hacen que los niveles de dióxido de carbono sean más altos cada año. La reducción del uso de combustibles fósiles es la principal forma de reducir el CO2 atmosférico. La concentración actual de CO2 en aire es de 405,67 ppm.
2: Las sequías
Los periodos de sequías se producen cuando hay un desequilibrio entre evaporación y precipitación. Es la consecuencia del aumento de las temperaturas y puede tener efectos devastadores sobre la salud humana, la disponibilidad de alimentos, los animales y el terreno. Como es imposible prevenirlas, la conservación y planificación del agua son las únicas maneras de mitigar sus efectos. Sin embargo, el efecto invernadero está directamente relacionado con este problema ya que enfatiza las desestabilidades entre evaporación y precipitación; si reducimos los gases que lo provocan disminuirá la probabilidad de sequías.
3: Nivel del mar
El nivel global del mar también se ve afectado por los fenómenos climáticos a corto plazo y los factores geográficos estrechamente vinculados a la temperatura. El deshielo provocado por el calentamiento global signifíca más agua y un aumento del nivel de los océanos. Este creció constantemente a lo largo del siglo XX, dejando las regiones costeras más vulnerables a las inundaciones. Además, el agua salada se filtra en acuíferos de agua dulce afectando al hábitat de plantas y animales.
4: Temperatura
No es un efecto aislado del cambio climático global, sino que también genera otros fenómenos como sequías, huracanes o incendios forestales. La salud humana, los alimentos y la disponibilidad del agua también están vinculados a la temperatura. La reducción de gases de efecto invernadero es la forma más fácil de reducir la temperatura global.
5: Temperatura superficial del mar
La TSM (Temperatura Superficial del Mar) de 2016 fue la más cálida jamás registrada, con un aumento de 0,75ºC con respecto al siglo pasado. Nuestros océanos absorben el calor afectando a la vida marina, lo que altera las poblaciones de peces, alimenta la proliferación de algas y mata a los corales. Este calor genera más vapor de agua y favorece el efecto invernadero; como vemos todos los efectos del cambio climático están relacionados.
6: Deshielo
A principios de 2017, la extensión del hielo marino en el Ártico es de 13,4 millones de kilómetros cuadrados, 1,3 millones menos que entre 1981 y 2010. Los casquetes polares han existido durante millones de años y no son sólo un indicador fiable del cambio climático, sino actúan de reflectores de la luz solar, ayudando a desviarla fuera de la Tierra. Una menor cantidad de hielo en los polos genera un calentamiento global más rápido.

Fuente: http://computerhoy.com/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *