La obesidad canina es un trastorno común

Las mascotas, especialmente los perros, pueden caer víctimas de los desequilibrios nutricionales. Incluso, un estudio reveló que casi el 50 por ciento del total observado presenta un nivel de masa muscular superior al recomendable y, dentro de este porcentaje, el 20 por ciento evidencia claros síntomas de sobrepeso.
El sobrepeso es un trastorno corporal que aparece cuando un animal ingiere una cantidad de nutrientes superior a la que necesita. Se origina a partir de la sobrealimentación, que refiere a los malos hábitos alimenticios a la hora de proporcionarle al animal algunos elementos que se encuentren por fuera de su dieta, y a la falta de ejercicio, estrictamente ligada al sedentarismo.
La genética también es capaz de influir negativamente sobre el peso de algunas razas, tales como el labrador, el cocker y el basset, por lo que es recomendable poner mayor atención en las cantidades de comida suministrada a los ejemplares de estas especies. Además, algunas situaciones específicas, como la esterilización durante las primeras semanas de vida, pueden provocar aumentos indeseados de peso que luego se tornan muy difíciles de revertir.
Al igual que lo que ocurre con los seres humanos, las consecuencias del sobrepeso en la salud de tu mascota pueden ser terribles. Desde aumentar el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardíacas hasta reducir considerablemente su expectativa de vida.
Para enfrentar este trastorno es necesaria una buena alimentación: dejar fuera de su dieta los snacks de premio, y al mismo tiempo asegurarse de adquirir el alimento balanceado específico para su situación (hay uno especial para obesos) y racionarlo en dos dosis diarias. Además, una cuota de ejercicio adecuado logrará reducir en poco tiempo el exceso de masa muscular. Primero, que sea una caminata leve para que se adapte.
Dieta y ejercicio: Debés racionar la comida -saludable- de tu perro y que vuelva a hacer actividad física.
Equilibrio alimenticio. Por Sergio Gómez (veterinario)
El perro debe tener una dieta equilibrada, la cual varía según las necesidades de cada etapa de su vida. Un cachorro que está en crecimiento y desarrollo, formando músculos y huesos, no tiene los mismos requerimientos que un animal adulto en mantenimiento ni que un perro viejo con sus órganos debilitados por el propio paso de los años. Es por eso que lo ideal siempre es ofrecerles nada más que alimento balanceado que, como su nombre lo indica, está formulado de manera que sus nutrientes están balanceados acordes a los requerimientos del animal. Cada uno indica la cantidad aproximada diaria que hay que ofrecerle: en el caso de cachorros, distribuido en 3 o 4 veces al día, mientras que a los perros adultos se les puede dar una o dos veces al día.
Un perro mal alimentado probablemente, en su vida adulta, sufrirá problemas en los riñones o en el hígado.

Fuente: www.lmneuquen.com

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