La paloma doméstica

En las ciudades, ha reemplazado los acantilados y barrancas por las cornisas de los edificios u otras grandes construcciones. Acostumbrada a la presencia del hombre, llegan a acercársele para comer en su mano.
La paloma casera ha brindado beneficios al hombre, como es el caso de las mensajeras en épocas de guerra o de paz. Aún continua esta práctica en las instituciones colombófilas.
Su nido es muy sencillo, construido con unos pocos palitos o tallos o simplemente aprovechando algún recipiente abandonado.
Los huevos, generalmente dos, son elípticos, de color blanco y su tamaño es de 40 x 29 mm.
Ficha:
Nombre científico: Columba livia
Largo del cuerpo: 32 cm
Identificación: variedad de colores, aunque predomina el tono gris azulado, con brillos verdes y violáceos en su cuello. Presenta dos bandas negras en las alas plegadas.

Fuente:
Aves Argentinas – Asociación Ornitológica del Plata
Textos: Manlio Landolfi
Ilustraciones: Juan Claver

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