La pirotecnia daña tres veces más a las mascotas

Para tener idea del impacto que produce el sonido de las detonaciones en los animales, hay que tener en cuenta que su sistema auditivo es tres veces más sensible que el de los seres humanos y alcanzan a percibir ultrasonidos inaudibles para la gente. Así, un gato o un perro ubicados a la misma distancia que una persona respecto del estallido pirotécnico perciben el cuádruple de sonido. Si a esto se suma que el estruendo de un petardo tiene alrededor de 150 decibeles (es superior al ruido de un avión y al disparo de una pistola), el cóctel sonoro los apabulla, sienten miedo y deseos de huir.
Esa es la razón por la que durante las Fiestas muchos perros se extravían, con lo que esto implica para el propio animal y para sus dueños.
La pirotecnia también afecta a las aves, “algo que generalmente no se tiene en cuenta”, apunta Gastón Cipolla, vocal titular del consejo directivo del Colegio Médico Veterinario de la Provincia de Córdoba. “Por el susto, suelen morir como consecuencia de un paro cardíaco”.
“Quizás los gatos no expresen temor (como sí es notorio en los perros), pero también se asustan muchísimo”, añade el profesional.
En muchos casos, el estrés deja una huella que se transforma en fobia, y cuando vuelven a oír los estallidos, la pasan muy mal.
La potencia de las detonaciones acelera el ritmo cardíaco y desencadena la secreción de adrenalina y otras hormonas del estrés, lo cual es bastante peligroso en algunas razas que tienen predisposición a sufrir problemas cardiovasculares, y también en las mascotas añosas.
“Poner música a las mascotas es una forma de atenuar el sonido de los estallidos, pero tiene que ser en un volumen normal”, indica el veterinario.
Al contrario de lo que se hace habitualmente, Cipolla recomienda no dejar a los animales encerrados en habitaciones o en lugares que no les son propios, “porque eso también les produce estrés”.
Se les puede dar tranquilizantes, que tienen que ser indicados por un médico veterinario, “porque el profesional tendrá en cuenta la edad, la raza y si existe alguna contraindicación respecto de otros medicamentos que pudieran estar tomando”, remarca. “Hay algunas razas de animales que no pueden tomar ciertas drogas y es necesario que la prescripción la haga un veterinario, quien también indicará la dosis”, agrega.

Fuente: JOSEFINA EDELSTEIN - www.lavoz.com.ar

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