No a las corridas de toros

No puede ser arte…
…Cultura ni razón de fiesta el hecho de que un toro muera acribillado en medio de un espectáculo, donde los asistentes aplauden el asesinato de un animal. Se entiende que los taurinos lo ven como un acto casi poético, en el que el toro –dicen– es un gran animal porque lucha por su vida y muere con honor. Más allá de lo que ellos quieran creer, ¿por qué un animal debería de luchar por su vida y defender su honor a costa del entretenimiento del ser humano?
Porque simplemente no es equitativa esa “lucha”
El torero tiene ventaja. A pesar de que, según la gente de esta industria, al toro se le trata como “rey” desde su nacimiento hasta el día que aparece en una plaza, la realidad es que antes de lanzarlos al ruedo se les debilita (con el uso de una droga llamada fenilbutazona, afeitándoles los cuernos, etc). Además, estando en medio de una corrida, el torero tiene las de ganar: cuenta con banderillas y estoques –muy filosos– para lastimarlo y debilitarlo.
El fin de asistir a una corrida es ver cómo un torero le “gana” a un toro…
Eso es lo que el público aplaude. Cuando el torero recibe una cornada por parte del toro y su vida se pone en peligro, el público se asusta y teme de la “gran bestia asesina”. Es el único momento en que hay miradas de horror; pero la gente se vuelve insensible al ver cómo el animal se desangra e incluso se escucha cómo llora y se lamenta.
Vivimos en el siglo XXI: hay varias opciones para pasar la tarde y entretenerse
Se entiende que cuando surgió la tauromaquia (por la Edad Media), ésta haya sido su forma de entretenimiento, como alguna vez lo fue el circo romano; pero hoy en día podemos ir al cine, a un concierto, a un bar, ver deporte o hacer cualquier actividad que no involucre ver cómo matan a un animal. Justamente ya no vivimos en la Edad Media.
La arrogancia del ser humano se refleja en las corridas…
El torero puede elegir si le perdona la vida al toro: si el animal fue lo “suficientemente” valiente . ¿Por qué un animal debe implorarle a una persona que le deje vivir? Si los toros pudieran hablar, sabríamos lo que opinan de la tauromaquia; pero tal vez sólo basta con escuchar sus lamentos o ver escenas en que tratan de huir despavoridos (como el caso de “Pajarito”), para saber que ellos no quieren participar en esa “fiesta”.
Economía en conflicto
Se cree que la prohibición de la tauromaquia traería problemas económicos debido a la cantidad de ingresos que genera. Los taurinos alegan que se perderían miles de empleos. Ante esto yo sólo puedo decir: ¿qué tipo de país depende económicamente de una actividad en la que se celebra la muerte de un ser? Sin duda, creo que México puede prescindir de la fiesta brava.

Fuente: http://www.chilango.com/

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