Peligra una cueva de cristales única de 250.000 años de antigüedad

Un grupo de espeleólogos y geólogos de al menos seis países alerta que la cueva de los cristales de Naica, una formación única en el mundo de cristales dentro de la mina del mismo nombre, está en riesgo de inundación, con lo que se perdería información importante sobre la historia geológica de la tierra.

La mina de Naica se encuentra en el estado mexicano de Chihuahua (Norte). En su interior se encuentra la cueva del mismo nombre que aloja los cristales de selenita (yeso) más grandes del mundo y que tienen una antigüedad superior a los 250.000 años.

El Grupo de Exploración Geográfica La Venta, en colaboración con universidades de México, Italia, España, Inglaterra, Noruega, Estados Unidos y Alemania, llevó a cabo trabajos de investigación en el lugar hasta 2010 cuando, sin explicaciones, la administración de la mina, a cargo de la empresa Industrias Peñoles S.A.B. de C.V., negó el acceso al grupo de científicos y exploradores que se encontraban trabajando. La parte más importante del proyecto de exploración e investigación científica quedó incompleta.

En 2016 la mina sufrió una inundación, sin embargo la cueva aparentemente está libre de agua, pero no se sabe hasta cuándo. Los más de 50 científicos del grupo internacional involucrados en la investigación demandan el acceso inmediato a Naica para constatar que el agua no ha llegado hasta la cueva, pues de lo contrario “estaríamos perdiendo para siempre esta maravilla natural patrimonio de la humanidad y toda la información científica que podemos obtener de ella”.

Alicia Dávila García, coordinadora de La Venta, dijo a Infobae que dentro de esta cueva existe “información geológica de cómo era la tierra hace miles de años, en el agua en donde se formaron los cristales hay burbujas de agua que nos dan información de interés científico importante”.

El grupo quiere que la empresa les dé permiso para ingresar 10 días a la cueva no sólo para constatar que el agua no ha llegado hasta ahí sino también para concluir su trabajo de investigación y realizar un escaneo láser “que pueda brindarle a la humanidad el privilegio de conocer esta maravilla natural. El Grupo de Exploración Geográfica La Venta se responsabilizará por la integridad del personal, tomando en cuenta todos los riesgos que dicha exploración implica”.

Voceros de Peñoles, propiedad del empresario Alberto Baillères, el tercer hombre más rico de México, le han reiterado a los expertos que no hay acceso al lugar. “Lo último que nos dijeron es que la cueva corría riesgo si nosotros entramos, lo que es raro porque estuvimos muchos años haciendo una investigación. Se intentó por muchos medios llegar a la gente, pero no nos reciben”, explicó Alicia Dávila.

La historia de una maravilla

La de cristales es una de las cuatro cuevas dentro de la mina. Fue descubierta accidentalmente en el año 2000 por trabajadores que realizaban actividades de exploración.

Sus cristales pueden alcanzar los 15 metros de largo y más de 10 toneladas de peso. En abril de 2002, la revista Smithsonian explicó que estos cristales se formaron cuando “el agua subterránea de las cuevas, rica en azufre debido a los yacimientos cercanos de metales, empezó a disolver las paredes de piedra caliza, lo que liberó grandes cantidades de calcio. Este, a su vez, se combinó con el azufre para formar cristales a una escala nunca antes vista por el hombre”.

Resultados de estudios realizados por el equipo de Juan Manuel Garcia-Ruiz, especialista del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Granada, proporcionaron información fundamental para entender cómo se cristaliza el yeso y por lo tanto para encontrar nuevas tecnologías para la desalinización del agua dura y evitar la formación de incrustaciones de yeso a escala industrial.

Las incrustaciones de yeso son uno de los mayores problemas en instalaciones domésticas e industriales pues se ha registrado la cristalización de yeso en tuberías, sistemas hidráulicos, calentadores y otros aparatos domésticos.

Las otras tres cuevas son las de las espadas, El ojo de la Reina y La cueva de las velas.

La cueva de las espadas es conocida desde hace al menos 100 años, sus cristales son parecidos a una espada y pueden alcanzar hasta dos metros de largo. Sus cristales podrían incluir restos de polen y material biológico del que se puede extraer ADN.

La cueva del ojo de la reina también se descubrió en el año 2000 y está cubierta con cristales blancos, translúcidos, y transparentes. En el interior tiene una burbuja oscura que brilla al tener contacto con la luz.

La cueva de las velas es la más grande. En su interior se aprecian formaciones parecidas a la escarcha en climas fríos extremos.

Fuente: Infobae.com

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