Reducir la deforestación para mejorar el agua

En Santiago de Chile, la pérdida de bosque en la región se ha “reducido” en las últimas décadas. Mientras que entre 1990 y 2000 se perdían 4,45 millones de hectáreas por año, entre 2010 y 2015 la cifras se redujeron a 2,18 millones de hectáreas, apuntó la FAO a través de un comunicado.
“La disminución se debe principalmente a una reducción de las pérdidas en Brasil, Mesoamérica y el Cono sur”, añadió el documento.
En el Caribe ha habido un incremento neto de las áreas de bosques, que han crecido donde antes hubo plantaciones de caña de azúcar y otras tierras agrícolas. Este aumento es particularmente evidente en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico y Trinidad y Tobago.
El Caribe, Chile, Costa Rica y Uruguay son los únicos países que mostraron un aumento en el área de bosque entre 2010 y 2015, sin embargo, las pérdidas netas anuales de la región continúan siendo muy superiores a las pérdidas globales.
“Cuando la deforestación es elevada, se genera erosión del suelo y se altera la calidad del agua. Los bosques regulan el régimen hídrico, y cuanto más natural sea el ecosistema, más efectiva será esta función”, explicó Jorge Meza, de la Unidad Forestal de la FAO.
América Latina y el Caribe posee una enorme riqueza de recursos forestales e hídricos que debe proteger para erradicar el hambre y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, señaló la FAO.
“El agua y los bosques están íntimamente ligados ya que los árboles filtran el agua, aumentan los niveles de humedad en el aire y la incorporan más profundamente en la tierra, evitando su evaporación”, destacó Meza.
América Latina y el Caribe recibe el 29 % de las precipitaciones del planeta y posee el 23,4 % del área de bosques del mundo, recursos estratégicos para la seguridad alimentaria y la generación de servicios ecosistémicos, apuntó el comunicado.

Fuente: EFE

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