¿Se emborrachan los animales?

Los machos beben cerveza para estimular su espermatóforo, unas capsulas ricas en nutrientes que les introducen a las hembras como regalo nupcial, cuenta Prudic.
No solo lo hacen las mariposas: muchos entomólogos usan la cerveza como cebo para atrapar insectos. Si se les acaba, no pasa nada, un buen pinot funcionaría igual de bien.
Un estudio de 2008 descubrió que 35 especies diferentes de polillas se sentían atraídas hacia trampas untadas tanto con cerveza como con vino.
Otros insectos se dan a la bebida cuando les rechazan sexualmente.
En un estudio de 2012 de la revista Science, los investigadores compararon las preferencias culinarias de las moscas de la fruta macho que se habían apareado con éxito con las de los machos que no.
Los resultados mostraron que los machos no apareados preferían alimentos que contuvieran alcohol, mientras que los machos que si se aparearon no.
Estudios posteriores mostraron que los machos apareados tenían mayores niveles de un químico cerebral llamado neuropéptido F, que podría incrementar cuando la mosca recibe una recompensa de tipo sexual.
Los sujetos sin pareja tenían menores niveles de neuropéptido F, que es probablemente el motivo por el que se dieron al alcohol: para aumentar su sensación de satisfacción.
Demostrando esta teoría, las moscas de la fruta macho sin pareja que recibieron dosis artificiales de neuropéptido F evitaron el alcohol.
Algunos mamíferos también se emborrachan sin querer – por lo general ingiriendo néctar o fruta fermentada.
Don Moore, director adjunto del Zoológico Nacional Smithsonian en Washington DC, nos cuenta por correo electrónico que ha observado en primera persona el efecto de las frutasdemasiado maduras en animales.
“He visto a venados cola blanca comiendo manzanas fermentadas en huertos,” relata Moore. Después les entra sueño, incluso se vuelven torpes. Es una imagen fácil de ver en las regiones de cultivo de manzanas, añade.
En 2011, varios medios de comunicación publicaron la noticia de un alce intoxicado que quedó atrapado en un árbol de manzanas en Suecia.
Otros animales tienen una mayor tolerancia a los placeres fermentados.
La tupaya de Malasia come néctar de las flores de la palmera betram, que tiene uno de los niveles más altos de alcohol de los que se tiene constancia en alimentos – un 3,8 por ciento, según un estudio publicado en 2008 en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
Estas tupayas pueden tolerar grandes cantidades de néctar: a pesar de emborracharse cada noche con uno de los néctares que más alcohol contiene, no muestran efectos de intoxicación.
Muchos murciélagos que también se alimentan de néctar de frutas y fermentados son capaces de volar sin problema después.
Un estudio de 2010 en la revista PLOS ONE descubrió que el vuelo y habilidades de ecolocalización de los murciélagos filostómidos no se ve afectada por el consumo de etanol.

Fuente: http://www.nationalgeographic.es/

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