Un sistema para ahorrar agua en las casas

Separar las aguas negras y grises es una novedosa estrategia que, bien considerada, podría mejorar la salud del Limay.
El Concejo Deliberante avanza en un proyecto que, a futuro, podría ahorrar un 40 por ciento del agua potable que se consume en un domicilio, a partir de la reutilización de aguas no contaminadas.
La normativa Nº 13.515 está siendo revisada por una Comisión de Energías Alternativas, conformada por organismos técnicos públicos y privados, que tiene un plazo de seis meses para determinar los parámetros sobre los cuales se va a aplicar la ordenanza 13.515, para certificar que los nuevos edificios de la ciudad prevean la separación de aguas en origen.
El objetivo es lograr la separación de líquidos que arrastran desechos cloacales, conocidos como aguas negras, y los que provienen de lavamanos y duchas, denominadas aguas grises. La primera clasificación contiene altos índices de contaminación bacteriológica, que representa un riesgo patológico para el ser humano y de costosa depuración, mientras que la segunda es agua que presenta agentes químicos, como detergentes, que pueden ser separados de forma sencilla con métodos de oxidación y sedimentación en el propio domicilio.
El sistema de separación de aguas es posible gracias a la instalación de un caño más en el diseño de redes domiciliarias. Además, es necesario contar con una bomba que vuelva a impulsar las aguas grises, después de depuradas y desodorizadas, hacia la mochila del inodoro. A partir de allí se convertiría en agua contaminada por lo que su camino va directo a la red cloacal. El ahorro de agua potable ronda entre el 40 y el 80 por ciento, según se trate de un domicilio particular o de un edificio mil metros cuadrados.
Se apuesta a que las futuras construcciones, tanto en altura como en nuevos loteos, cumplan una serie de parámetros de eficiencia energética y hace especial énfasis en el tratamiento temprano de desechos cloacales. Con el mismo espíritu, la ordenanza Nº 13.524, establece como mecanismo de ahorro de agua potable y para descomprimir la planta de tratamiento de Tronador con la separación de aguas negras y aguas grises. En diciembre, la Autoridad Jurisdiccional de Cuencas (AIC) presentó un estudio que daba cuenta de la salud del río Limay, a la altura del balneario Albino Cotro. El análisis detectó la presencia de 241 partes de la bacteria Escherichia coli cada 100 mililitros de agua, cuando el máximo permitido para recreación es de 200 mililitros.
Después de la clausura del lugar, el municipio decidió realizar un estudio propio que reveló índices aún más elevados: 550 partes por cada 100 mililitros con tramos que llegan a las 1200 partes.
La preocupación por el estado crítico del río viene de larga data. A mediados de 2016, el Concejo Deliberante aprobó dos ordenanzas que, directa e indirectamente, podrían hacer una diferencia importante en el camino del saneamiento de la cuenca.

Fuente: https://www.lmneuquen.com/

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