A qué no sabías todo esto sobre los cocodrilos…

Los cocodrilos están más emparentados con las aves y los antiguos dinosaurios que con los reptiles actuales.
El sexo de un cocodrilo está determinado en base a la temperatura. Los machos se producen con una temperatura de 31,6 grados C, mientras las hembras nacen con una temperatura ya sea, mayor o menor a la de los machos.
Los cocodrilos pueden producir sonidos si están en peligro o mostrarse agresivos.
Los huevos de un cocodrilo son casi del mismo tamaño de los del ganso.
En muchas sociedades tribales, la piel del cocodrilo es signo de gran estatus.
Sólo la piel del vientre de un cocodrilo es suave mientras la parte superior del cuerpo es extremadamente dura. De hecho, la espalda de un cocodrilo puede rechazar flechas, lanzas e incluso balas.
Los cocodrilos incrementan su agresividad en la época de celo.
Cada mandíbula de cocodrilo contiene 24 dientes afilados, con los cuales pueden desgarrar y triturar, pero no masticar.
Un cocodrilo reemplaza sus dientes continuamente a lo largo de su vida.
Los primeros cocodrilos aparecieron en la Tierra hace unos 240 millones de años, casi al mismo tiempo que los dinosaurios.
Los ojos de los cocodrilos reflejan la luz, lo que los hace parecer de color rojo, haciendo la visión nocturna posible.
Debido a que los ojos de los cocodrilos necesitan estar siempre húmedos, el cocodrilo llora fuera del agua, en otras palabras sus glándulas segregan lágrimas para humedecer el ojo.
El chorlito es un ave protegida por los cocodrilos, ya que le ayudan a quitar los restos de comida que le quedan entre los dientes.
No pueden masticar, pues no tienen dientes cortantes. Los suyos poseen forma de cono y sirven para sujetar a las presas.
El cocodrilo puede mantenerse sumergidos hasta por 2 horas.
La piel de la espalda de un cocodrilo es lo suficientemente fuerte como para rechazar balas.

Fuente: http://culturizando.com/

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