Los seres vivos que más años viven

Fuera de categoría nos encontramos con la Turritopsis nutricula, un minúsculo animal acuático, una hidromedusa (su tamaño no supera los 5 mm de diámetro), originaria del Caribe y actualmente en todo el mundo. También se conoce como la Medusa Inmortal, ya que, al parecer, es el único organismo capaz de rejuvenecerse a sí mismo. En caso de peligro o condiciones adversas, se las arregla para revertir su ciclo de vida, es decir, vuelve a un estado juvenil en un proceso que puede continuar indefinidamente.
Almejas de 500 años
La almeja oceánica, un molusco marino nativo del Atlántico Norte de 8 cm de largo, es el animal más longevo de la historia, con una edad estimada de 507 años. Sus descubridores le llamaron Ming, inspirados por la famosa dinastía china reinante cuando la criatura nació.
Para calcular la edad se basaron en los círculos presentes en su concha, algo parecido a cómo se determina la edad de un árbol. Para ello, sin embargo, los investigadores tuvieron que sacrificar a la almeja, condenándola a una muerte prematura.
La carpa Koi
La carpa Koi se adapta fácilmente a vivir en estanques de jardín. Los primeros criaderos de los que tenemos constancia nacieron en Japón y China alrededor del año 2000 AC.
La carpa Koi más longeva que se haya conocido murió en 1997 a los 226 años. Su edad se determinó con exactitud y precisión extrema a través del análisis de sus escamas.
Otros ancianos marítimos
No sólo los animales de menor tamaño son longevos. La Balaena mysticetus, también conocida como ballena ártica, puede nadar en las aguas polares incluso hasta los 200 años. El animal puede llegar a los 20 metros de longitud y 152 toneladas de peso.
La langosta George aún está viva y coleando, con sus aproximadamente 140 años y 20 kg de peso. Capturado por un barco pesquero en 2008, George se escapó de la olla gracias a un biólogo marino que se dio cuenta del extraordinario tamaño del animal, signo de longevidad en las langostas, y consiguió devolverle al mar.
Tortugas centenarias
Fuera del agua, el primer animal con el que nos encontramos es la tortuga gigante, con una longitud de hasta 120 cm y un peso de 250 kg. Pueden vivir en promedio entre 100 y 130 años, pero, en casos excepcionales, pueden llegar a los 250, como es el caso de Adwaita, que murió en 2006 en las Seychelles. La tortuga gigante viviente más anciana del planeta se llama Jonathan, tiene 182 años y vive en la residencia del gobernador de la isla de Santa Elena. No se cruzó con Napoleón por los pelos.
El tuatara, un fósil viviente
El tuatara es una especie de lagartija endémica de Nueva Zelanda que los biólogos consideran un fósil viviente, ya que fue contemporánea de los dinosaurios. El tuatara también se encuentra entre los animales más longevos del mundo. Actualmente el ejemplar más anciano tiene 117 años y vive en cautiverio. Curiosamente comenzó a procrear a los 111 años, hace sólo 16 años. No había encontrado a su alma gemela.
El perro y el gato más viejos
Pasando a las mascotas más populares, merece una mención Cream Puff, el gato más longevo del mundo, que el año pasado dejó a su amo en Australia después de 38 años de caricias. Lo curioso es que el récord anterior, de 34 años, lo había alcanzado el otro gato del mismo dueño. Muchos investigadores han estudiado su alimentación para entender el secreto de los dos gatos más ancianos de la historia y de su amo.
El perro más viejo, en cambio, se llamaba Max y vivió la friolera de 30 años (29 años y 282 días para ser exactos). Nacido en 1983 en Estados Unidos, falleció en 2013. Max era un cruce entre un beagle y un terrier.
El organismo vivo más antiguo es un árbol
Pero, en cuanto a longevidad entre seres vivos, las plantas son tienen rivales. El organismo viviente más antiguo del mundo se encuentra en Noruega y es una pícea de 9.500 años. La edad se pudo comprobar gracias al radiocarbono.
Sin embargo, el ser antiguo más sagrado es con toda probabilidad la encina de Abraham, venerada durante siglos en el valle de Mamré, cerca de Hebrón, en Cisjordania. El árbol marca el lugar en donde el padre fundador de Israel habría sido visitado por los ángeles que le prometieron un hijo. Esta encina podría tener 5.000 años. El tronco principal murió en 1996, pero dos años más tarde apareció una rama que hace esperar en una recuperación. La leyenda cuenta que la planta morirá antes de la llegada del Anticristo.

Fuente: ALBERTO BARBIERI - http://www.lavanguardia.com/

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