NASA lanza satélite con láseres para estudiar pérdida de hielo en la Tierra

El satélite con el láser espacial más avanzado de la NASA fue lanzado este sábado en una misión para medir la pérdida de hielo en la Tierra y mejorar las previsiones sobre el aumento del nivel del mar por el calentamiento global.
El ICESat-2, de media tonelada y un valor de $1.000 millones fue lanzado a bordo de un cohete Delta II desde la base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California.
Considerada “excepcionalmente importante para la ciencia”, la nueva misión ayudará a mejorar las previsiones del aumento del nivel del mar, según Richard Slonaker, ejecutivo del programa ICESat-2.
El satélite debería revelar detalles sin precedentes sobre el actual espesor del hielo en las regiones polares, vulnerables al calentamiento global.
Las mediciones serán “extremadamente precisas”, con un margen de error inferior a la anchura de un lápiz, dijo Kelly Brunt, miembro del equipo.
La misión precedente, el ICESat, permitió a los científicos saber que la capa helada estaba adelgazando y que el hielo desaparecía de las zonas costeras de la Antártida y Groenlandia.
La dependencia de la humanidad en combustibles fósiles como fuente de energía significa que la acumulación de gases que producen el calentamiento global continuará.
La temperatura global promedio está creciendo: cuatro de los años más calurosos en los tiempos modernos se han registrado entre 2014 y 2017.
Este calentamiento provoca que la capa de hielo se reduzca en el Ártico y Groenlandia, y a su vez elevando el nivel del mar, una amenaza para cientos de millones de personas residentes en las costas.
El ICESat-2 debería ayudar a los científicos a entender en qué medida el hielo que se derrite está elevando el nivel del mar.
“Una de las cosas que estamos tratando de hacer es caracterizar el cambio que está ocurriendo en el hielo, y esto va a mejorar enormemente nuestra comprensión, especialmente en áreas donde no sabemos la dimensión del cambio en este momento”, explicó Wagner, mencionando el interior profundo de la Antártida como una de esas áreas inciertas.
La misión debe durar tres años, pero tiene combustible suficiente para continuar por 10 si los jefes de la misión deciden extender su duración.

Fuente: AFP

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