Suramérica es el mayor deforestador a nivel mundial
Los bosques desempeñan una función vital en la preservación del ciclo del agua, la conservación del suelo y la protección de la biodiversidad. La FAO, organización dependiente de Naciones Unidas (ONU) para la alimentación y la agricultura, señala que la región suramericana es la principal responsable de la mayor parte de la deforestación del mundo.
“En Argentina, Brasil, Paraguay y Perú ha llegado casi a 30 millones de hectáreas. Mucho más que en África, donde en 20 países el área arrasada es de 20 millones. A nivel mundial, cerca del 35% de la deforestación se debe a la agricultura comercial. Otro tercio, a las pequeñas unidades productoras campesinas, y el resto a infraestructura, crecimiento del radio urbano y otros factores. En el caso de América Latina, el 70% se debe al sector de la agricultura comercial”, dijo en el programa GPS Internacional —de Radio Sputnik— Pablo Solón, especialista boliviano sobre cambio climático y exembajador de Bolivia ante la ONU.
Según el documento, el retroceso de los bosques en el continente está asociado a la ampliación de la frontera agrícola para la producción y exportación de alimentos. “En el caso de Suramérica, el 70% se debe a la búsqueda de pastos para la ganadería, sector orientado a la exportación. ¿Estamos deforestando para garantizar la alimentación de la población local o en función de un sector que hace grandes ganancias exportando soja, aceite y carne?”, se preguntó Solón, quien además es director de ‘Focus on the Global South’, un organismo orientado al desarrollo sustentable.
“El único país [de la región] que ha expandido las áreas de bosque y reducido la frontera agrícola ganadera es Chile. Ese es el desafío que tenemos en el corto plazo, aumentar la productividad agrícola sin expandir la superficie utilizada y, al mismo tiempo, recuperar los bosques”, explicó el especialista, que también hizo referencia a su país, Bolivia, que hoy atraviesa una de las más grandes sequías de las últimas décadas. “Gran parte de la explicación de esta sequía se debe al cambio climático y a la deforestación que está cambiando los ciclos hidrológicos. Si queremos atacar las causas estructurales y mantener la humedad de nuestros suelos tenemos que preservar los bosques. En el caso de Bolivia, es posible garantizar el abastecimiento de comida para la población, pero si el objetivo es incrementar las áreas para la exportación, entonces no hay bosque que aguante”, sentenció.
Naciones Unidas propuso detener el retroceso de los bosques para el año 2020. “Va a ser muy difícil que Suramérica avance en el compromiso del desarrollo sostenible. Es fundamental ampliar el debate hacia ámbitos urbanos. Es necesario generar presión civil para generar políticas públicas que pongan límites a esta deforestación salvaje en el continente”, concluyó Solón.